Economía y Desafíos del Desarrollo

AÑO 3 – VOLÚMEN 1 | NÚMERO 5 | DICIEMBRE 2019 – MAYO 2020

ISSN: 2591-5495

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA ARGENTINA. UN ANÁLISIS A PARTIR DE LA HOMOGENEIZACIÓN

DE LOS CENSOS INDUSTRIALES, 1895-2005

HISTORICAL EVOLUTION OF THE ARGENTINE MANUFACTURING INDUSTRY.

AN ANALYSIS FROM THE HOMOGENEIZATION OF INDUSTRIAL CENSUSES, 1895-2005

Por Matías Kulfas y Andrés Salles pp. 2-32


CICLO ECONÓMICO Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO. ANÁLISIS DEL MODELO DE GOODWIN EN ARGENTINA 1950-2015

GROWTH CYCLES AND INCOME DISTRIBUTION. TESTING GOODWIN’S MODEL IN ARGENTINA 1950-2015

Matías Kulfas a Andrés Salles b

RESUMEN: El documento presenta los resultados de un traba- jo de compilación y homogeneización de los censos industriales, mostrando la evolución comparada de la industria manufactu- rera a nivel de 79 ramas homogéneas. Las variables estudiadas fueron: a) número de establecimientos, b) personal ocupado,

c) valor agregado, d) valor bruto de producción. Además, se es- timaron diferentes indicadores. El principal desafío del trabajo ha sido elaborar categorías sectoriales homogéneas para poder efectuar la comparabilidad histórica, ello por cuanto en dife- rentes Censos Económicos se utilizaron diversos criterios de subdivisión sectorial.

Palabras clave: Industria argentina, Censos económicos, Industrialización .

Códigos JEL 014; J21; N16


ABSTRACT: This paper presents the results of a work of compilation and homogeneization of the industrial censuses, showing the comparative evolution of the manufacturing industry at the level of 79. The variables studied were: a) number of establishments, b) employed personnel, c) value aggregate, d) gross value of production. In addition, different indicators were estimated. The main challenge of the work has been to elaborate homogenous sectorial categories in order to be able to make the historical comparability, because in different Economic Censuses diverse subdivision criteria were used by branches.

Key words: Argentine Manufacturing, Economic Census, Industrialization.

JEL Codes: 014; J21; N16

Fecha recepción: 24-10-2019 Fecha de aceptación: 04-12-2019

a Matías Kulfas. Programa de Investigaciones “Argentina en el Largo Plazo” (PALP) – EEyN UNSAM

E-mail: mkulfas@yahoo.com.ar

b Andrés, Salles. Programa de Investigaciones “Argentina en el Largo Plazo” (PALP) – EEyN UNSAM

E-mail: andressalles@hotmail.com        2

  1. INTRODUCCIÓN

a industria manufacturera ha sido el ámbito central del desarrollo productivo, tecno- lógico e innovativo de la actividad económica desde la revolución industrial y la con- siguiente consolidación de la economía capitalista y la sociedad de consumo de masas. La mor- fología del sector ha sufrido diferentes cambios y procesos históricos, avances tecnológicos, automatización, fragmentación productiva, tercerización de funciones y varios elementos más, los cuales no hacen más que ratificar la enorme centralidad e importancia que tiene el estudio de

las dinámicas manufactureras.

En este trabajo se dedica a estudiar la industria manufacturera argentina en función de un es- fuerzo de homogeneización de los censos industriales producidos entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XXI.

GRÁFICO 1: PRODUCTO INDUSTRIAL POR HABITANTE, ARGENTINA 1875-2016 (EN PESOS CONSTANTES A PRECIOS DE 1993: SÓLO INDUSTRIA MANUFACTUERA)

Fuente: Kulfas (2018) sobre Ferreres (2009) e INDEC (2018)

El presente documento resume la metodología de trabajo a partir de la cual ha sido elaborada

la Base de Información Industrial Censal de la Argentina (BIICA), la cual forma parte del Programa de Investigaciones Argentina en el Largo Plazo (PALP), perteneciente a la Escuela de Economía y Negocios (EEYN) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Esta base de datos forma parte del Proyecto sobre Desarrollo Industrial de la Argentina en el largo plazo, y en esta primera instancia se nutre de los datos compilados en los diez censos económicos que han registrado la actividad manufacturera.

La BIICA está completamente disponible en el sitio web de la EEYN-UNSAM, www.unsam.edu.ar/escuelas/economia/palp/.

  1. OBJETIVOS Y ANTECEDENTES

Las tareas realizadas tuvieron el propósito de generar información homogénea y comparable entre los diferentes censos manufactureros, en particular en lo atinente a la desagregación por rama de la producción, la cual tuvo diferentes versiones en las diversas ediciones del Censo. Este trabajo ha permitido realizar una clasificación homogénea en base a 79 ramas productivas, pre- sentando datos sobre cantidad de establecimientos, personal ocupado, valor agregado y valor bruto de producción.

Existen diversos trabajos sobre evolución de la industria manufacturera argentina que arriban a conclusiones a partir de datos censales. Sobre la primera mitad del siglo XX el más trascendente seguramente es Díaz Alejandro (1975). Sobre la segunda mitad se destacan Ramos y Kosacoff (2001) y Azpiazu y Schorr (2011). En comparación con el estudio aquí presentado cuentan con horizontes temporales bastante más breves y con un nivel de desagregación mucho más acotado.

  1. LA INDUSTRIA MANUFACTURERA EN LOS CENSOS ARGENTINOS

En 1895 Argentina llevó a cabo su segundo Censo Nacional. A diferencia del anterior (1869), que se había circunscripto a cuestiones poblacionales, éste incluyó variables económicas. Dentro de los dos tomos publicados, fueron incluidas tablas con desagregaciones de diferentes ramas indus- triales, incorporando variables tales como el número de establecimientos, el personal ocupado y el valor de producción.

En el siguiente censo general, realizado en 1914, la actividad manufacturera tuvo su primer tomo propio, titulado “Censo de las industrias”. Por su parte, en 1935, se publicó el primer Censo Indus- trial escindido de los censos poblacionales, algo que se repetiría en 1954. En 1947, el Censo había sido subdividido en 3 libros: el primero fue el Censo de Población, el segundo presentó la actividad agropecuaria y el tercero a la industria manufacturera. A partir de 1963, la infor- mación referida a la industria fue difundida en el marco de los Censos Económicos, que incluyen a la actividad manufacturera pero también al comercio, los servicios y la minería. Por su parte, la actividad agropecuaria ha tenido sus censos específicos.

La última novedad tuvo lugar en el último censo económico, realizado en 2004/2005, donde, por primera vez, no se publicaron tomos impresos sino que la totalidad de la información fue publi- cada en el sitio web del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

CUADRO 1: LA INDUSTRIA MANUFACTURERA ARGENTINA EN LOS DIFEREN- TES CENSOS ECONÓMICOS

Fuente: Elaboración propia en base a Censos Económicos

  1. PROBLEMAS ENCONTRADOS

El objetivo de este trabajo fue reunir información sobre el devenir de la industria manufacturera argentina a lo largo de todo Siglo XX. El aporte específico ha sido presentar datos por rama económica (se logró desagregar la actividad a nivel de 79 sectores). Las variables a considerar

fueron: número de establecimientos, puestos de trabajo ofrecidos y valor agregado bruto. Además, se calcularon indicadores compuestos como ocupados por establecimiento, valor agregado por ocupado y valor bruto de producción sobre valor agregado.

Al momento de llevar a cabo el trabajo se han presentado tres tipos de obstáculos. En el primer grupo están los problemas insalvables. En el segundo, los inconvenientes que pudieron ser solu- cionados sin demasiadas complicaciones. Por último, en el tercero, se encuentran las trabas que requirieron una serie relativamente compleja de tareas. A continuación, se detallarán las caracte- rísticas de los tres tipos de grupos de dificultades encaradas y las tareas realizadas para resolverlas, cuando ello fue posible.

  1. PROBLEMAS INSALVABLES

Este primer grupo de dificultades puede, a su vez, ser subdividido en dos. El primero fue detec- tado en su momento por Lindenboim (1984) y refiere al mes del año en que se lleva a cabo el relevamiento censal, el cual ha variado a lo largo de los diferentes censos. Ello no siempre es un problema, pero sí puede generar dificultades en los casos de actividades muy sensibles a la esta- cionalidad como, por ejemplo, la producción de vinos o de azúcar. En estos casos particulares, los resultados pueden diferir mucho dependiendo de la fecha en que fue realizado el cuestionario. Este problema afecta a un porcentaje bajo de las ramas económicas, de modo que no altera significativamente los resultados agregados, pero puede llevar a sacar conclusiones erróneas sobre algunas variaciones intercensales en ramas puntuales como las recién mencionadas.

Un ejemplo es lo que ocurre con el sector de ingenios azucareros entre las décadas de 1960 y 1970. El Censo Económico 1963 relevó datos en abril de ese año mientras que el de 1973 lo hizo en el mes de septiembre. Son dos épocas del año totalmente diferentes en cuanto condi- ciones climáticas. Los ocupados en el sector pasan desde 15.487 en 1963 a 29.146 en 1973. Sin embargo, es un dato bastante estudiado (Osatinsky, 2012) el cierre de ingenios tucumanos que tuvo lugar durante el período presidencial de Juan Carlos Onganía (1966-1970). ¿Qué es lo que realmente ocurrió? El relevamiento de 1963 fue hecho durante una época del año de baja actividad y bajo nivel de ocupación en el sector azucarero. El de 1973, en cambio, captó el auge anual de trabajadores estacionales. Habría que comparar abril de 1963 con abril del 1973 o

septiembre del 1963 con septiembre del 1973. La crisis laboral existió, pero no puede verse con los datos de los Censos Económicos. Este problema constituye una limitación a la hora de utilizar información de esta base de datos. Afortunadamente pocos sectores son sensibles a la estaciona- lidad, con lo cual el problema no termina invalidando este estudio, pero es necesario advertir que, en algunos sectores puntuales, se debe tomar la información con precaución.

El segundo sub-grupo de este conjunto de obstáculos refiere a la imposibilidad que tienen los censos económicos de relevar la economía informal (INDEC, 1998). Eso, por empezar, hace que las cifras de ocupados sean inferiores a las provistas por las Cuentas Nacionales anuales del INDEC, las cuales captan empleados no registrados en base a encuestas a hogares. La subesti- mación de los establecimientos, en cambio, no es demasiado importante ya que en la industria manufacturera no existe tanto el problema de la no detección de locales por parte del censista en su recorrido.

De cualquier manera, en conclusión, por su alto nivel de detalle sectorial y por la extensión de su alcance temporal, los Censos económicos representan la mejor aproximación posible a la evolución industrial contemporánea de la Argentina.

  1. PROBLEMAS DE FÁCIL RESOLUCIÓN

Existe un segundo problema que está relacionado a la definición de Industria Manufacturera (en adelante IM) con la que cada censo opera, la cual no fue homogénea a lo largo del siglo XX. Para poder comparar datos a lo largo del siglo se debe proceder a restar del total las categorías que ya no son consideradas como parte de la IM.

Por ejemplo, el Censo 1895 informa que el número de establecimientos totales de la IM es 24.0931. El problema es que en ese total están contadas cinco categorías que anteriormente eran incluidas en IM pero que hoy ya no. Son las siguientes: “Lavaderos”, “Lustradores de Calzado”, “Construcciones, refacciones y limpieza”, “Talleres de compostura”, “Afiladores”. Suman, en total, 315 establecimientos. Si se pretende comparar los totales de IM de 1895 con los de censos

1 En realidad, el valor total que informa el Censo 1895 es 22.204. No obstante, si se le añaden seis categorías que no figuran en las tablas principales pero que, además de ser consideradas hoy como IM, son mencionadas (con datos) en el texto explicativo, el número asciende hoy a 24.093. Esas categorías son molinos harineros (659 establecimientos), saladeros

(39), vinos (949), cervezas (60), ingenios azucareros (51) y destilerías de alcohol (131).        7

posteriores, se debe homogeneizar la macro-categoría. Gracias a que se cuenta con una desa- gregación por rama, se pueden restar las que no forman parte de la definición contemporánea de IM. Con lo cual, 24.093 menos 315 da un resultado de 23.778. Este es el valor que figura en la base de datos y debe leerse como “de acuerdo a la definición vigente de Industria Manufacturera, el total de establecimientos pertenecientes a ella en 1895 fue 23.778”. Recién en esta instancia, se pueden comparar totales con otros censos del siglo XX.

Otro ejemplo es lo que ocurre en el Censo 1935. En el tomo publicado en su momento fueron incluidas las ramas “fábricas de electricidad”, “Empresas de construcción” y “Yacimientos, canteras y minas” en el total de la IM. Esas categorías ya no se consideran parte de IM, pero en 1935 fueron contabilizadas. Así es como la IM agregada totalizaba 40.613 establecimientos. Si con el objetivo de poder comparar cifras entre distintos censos históricos, se procede a restar las 3 categorías previamente nombradas, el número de establecimientos desciende a 37.965. Si, además, se restan las ramas “Reparación de bolsas de arpillera”, “Clasificación y enfardado de papeles”, “Trabajos efectuados en talleres”, “Teñido, limpieza y lavado”, “Enfardado de lana y cueros” y “Pesca y caza marítima”, el total a contabilizar es 36.993, el valor que figura en la base de datos.

Como se puede apreciar, el criterio que identifica qué es y qué no es Industria Manufacturera ha variado bastante a lo largo del siglo XX. Al contar con información finamente desagregada, no es difícil identificar las ramas que antes se contabilizaban y hoy ya no. Simplemente se debe restar la suma de las categorías obsoletas al total informado. Así se arriba al total comparable2. De esa manera se consigue realizar comparaciones homogéneas y obtener conclusiones razonables sobre la variación de la IM a lo largo del tiempo.

  1. PROBLEMA SALVABLE CON AJUSTE MÁS TRABAJOSO

Ahora bien, el objetivo de este trabajo no sólo es estudiar la evolución de la industria manufac- turera como totalidad, sino que también se propone observar la trayectoria a nivel de rama, en el mayor subnivel posible de desagregación. Con este propósito, se encaró la siguiente tarea: en

2 En la tabla 8 de la BIICA pueden consultarse, una por una, las ramas supervivientes por año. Esto es, las ramas originales (tal como figuran en cada censo) que siguen siendo consideradas como parte de la industria manufacturera en 2003. Las obsoletas figuran en los censos originales y están ausentes en la mencionada tabla.        8

casos donde se encontraron ramas heterogéneas, se construyeron ramas homogéneas. En el pró- ximo apartado se detallará el problema y se explicitará la solución empleada.

  1. TRABAJO DE HOMOGENEIZACIÓN DE RAMAS

A lo largo del siglo XX han ido cambiando los criterios de categorización de la actividad eco- nómica. Denominaciones utilizadas en un censo determinado fueron luego dejadas en desuso o modificadas. Un ejemplo es el de la rama productora de “Helados”. Entre 1935 y 1963 tuvieron una categoría propia, pero a partir del Censo Económico 1973 fueron ubicados dentro de “Elaboración de productos lácteos y helados”. Como se ve, sin un trabajo de homogeneización, se hace impo- sible realizar comparaciones.

Otro ejemplo es lo que ocurre con el yeso. En el Censo de 1914 aparece en la categoría “Cal, yeso, hornos de”. Sin embargo, ya para 1935 se desagrega con la denominación de “Esculturas, molduras y otros artículos de yeso”. Permaneció casi 60 años con categoría propia hasta que en 1993 vuelve a unirse a minerales como la cal y el cemento. Los rubros que se desagregaron en esa oportunidad fueron los siguientes: “Elaboración de cal y yeso” y “Fabricación de artículos de cemento, fibrocemento y yeso excepto mosaicos”. Queda claro que el panorama es comple- jo, siendo imposible comparar la evolución de un sector si período tras período los criterios de categorización van mutando.

Uno de los aspectos que ha tenido influencia en esta situación ha sido la tendencia a converger con criterios internacionales (ver CIIU en el capítulo siguiente).

CUADRO 2: CANTIDAD DE RAMAS MANUFACTURERAS DESAGREGADAS EN CADA CENSO ECONÓMICO, 1895-2003

Fuente: Elaboración propia en base a Censos Económicos

Ahora bien, tal como puede verse en el Cuadro Nro. 2, desde 1973 se observa una tendencia al

descenso en el número de ramas. Las autoridades estadísticas argentinas han ido reunificando categorías.

En resumen, por una u otra razón, las categorías sectoriales en las que se clasifica la economía fueron variando. Eso ocasiona una dificultad para el investigador al momento de seguir la evo- lución de un producto/ rama a lo largo del tiempo.

  1. CONFECCIÓN DE RAMAS HOMOGÉNEAS

Para homogeneizar las diferentes ramas económicas, el Censo Nacional Económico 2004/2005 utilizó la CIIU (Clasificación Industrial Internacional Uniforme) en su versión 3.1. En tren de confeccionar la base de datos presentada junto a este texto, se procedió a reorganizar la infor- mación de los censos previos con el objeto de reubicarla en las categorías del último censo eco- nómico realizado a nivel nacional.

La CIIU nació en 1948 para garantizar la comparabilidad internacional de las estadísticas secto- riales (Naciones Unidas, 2005). Anteriormente, cada país tenía categorías distintas, lo que hacía muy difícil realizar estudios de estructura económica comparada. Debido a que con el tiempo suelen aparecer actividades nuevas, la CIIU fue actualizándose. La primera revisión fue publi- cada en 1958, la segunda en 1968 y la tercera en 1990. La clasificación 3.1 vio la luz en 2002, sólo algunos años antes de la realización del Censo Nacional Económico 2004/2005.

  1. LOS NIVELES DE CLASIFICACIÓN

El primer nivel de clasificación utilizado por la CIIU es el de “Sección” y va de la letra A hasta la Q. Cada valor ocupa un solo digito. Ejemplos son el A: “Agricultura, ganadería, caza y silvi- cultura” y el J: “Intermediación financiera”. El trabajo que nos ocupa sólo pondrá atención en la sección D: “Industrias manufactureras”.

El segundo nivel de clasificación es el de “División” y va desde 01 hasta 99. Como se observa, cada valor ocupa dos dígitos. Cada sección tiene varias divisiones. “Industria manufacturera” tiene 22 (desde la 15 hasta la 36). Ejemplos son 34: “Fabricación de vehículos automotores,

remolques y semirremolques” o 24: “Fabricación de sustancias y productos químicos”.

“Grupo” es el tercer nivel e implica clasificaciones a tres dígitos. Cada división tiene varios gru- pos. Así es como la división 25 (“Fabricación de productos de caucho y plástico”) tiene en su interior el grupo 251 (“Fabricación de productos de caucho”) y al grupo 252 (“Fabricación de productos de plástico”).

El último nivel es el de “Clase” (cuatro dígitos). Siguiendo el mismo esquema, cada grupo se divide en varias clases. Por ejemplo, el grupo 221: “Actividades de edición” tiene en su interior a las clases 2211: “Edición de libros, folletos y otras publicaciones” y 2212: “Edición de periódicos, revistas y publicaciones periódicas”.

El Censo Nacional Económico 2004/2005 ofrece un nivel adicional de desagregación sectorial (denominación a 5 dígitos) pero no fue utilizado por este trabajo ya que el nivel de detalle es muy superior al de los censos previos, con lo cual eran muy pocas las comparaciones históricas que se podían hacer. Sí se intentó, en la medida posible (ver líneas más abajo), recategorizar la infor- mación del pasado para expresarla en categorías de cuatro dígitos de la CIIU 3.1.

  1. METODOLOGÍA DE RECLASIFICACIÓN

A la hora de reclasificar, el caso más común es el de unir varias categorías de censos anteriores. Puede ejemplificarse con la clase “Producción y procesamiento de carne y productos cárnicos” (código 1511 del CIIU 3.1, utilizado en el CNE 2004/2005). Si buscamos la misma categoría en, por ejemplo, el Censo 1963, no la encontraremos. En su lugar veremos las siguientes cuatro:

1) “Matanza de ganado, preparación de carnes en frigoríficos”; 2) “Carnes conservadas, embutidos y fiambres, y grasas comestibles, no preparadas en frigoríficos”; 3) “Faena y congelado de aves, conejos y caza menor”; 4) “Preparación de carne para exportación”. Si sumamos, por ejemplo, los ocupados de cada una de estas cuatro categorías, tendremos, para 1963, el dato de la clase 1511 de 2003/2004. Es decir, llevamos la información antigua a categorías modernas. Recién ahí podemos efectuar comparaciones históricas.

Los detalles de cada una de las recategorizaciones se incluyen en la TABLA 8 de la base de datos.

La siguiente es una captura de pantalla que servirá para explicar cómo se debe leer la base.

IMAGEN 1: CAPTURA DE PANTALLA DE LA BASE DE DATOS

Fuente: Elaboración propia

En la tercera columna se presenta la denominación de las categorías originales de 1963. En la primera está la asignación de cada una de esas categorías a una división de dos dígitos de CIIU

3.1 (Censo 2004/2005). La segunda columna está ocupada por letras, que subdividen a las divi- siones. La conjunción de las primeras dos columnas (por ejemplo “15C”) asemeja a la estratifi- cación en cuatro dígitos del CIIU 3.1 pero no coincide totalmente. Por eso, a diferencia de lo que se hizo con las divisiones (dos dígitos), en ocasión de categorizar a las clases (cuatro dígi- tos) se modificó la denominación. No coinciden totalmente porque en algunas ocasiones se debió instrumentar lo que aquí llamaremos “el caso menos común de reclasificación”, que consiste en tener que unir varias categorías del CIIU 3.1 porque en el pasado la información era ofrecida en una sola. Se trata del caso opuesto al anterior.

GRÁFICO 2: RAMAS DE ACTIVIDAD A LO LARGO DEL TIEMPO (DOS CASOS)

Fuente: Elaboración propia        12

En ambos casos, el número de categorías con las que nuestro trabajo deberá operar es uno, ya que es imposible conocer la subdivisión en el presente (caso más común) o en el pasado (caso menos común). Un ejemplo de este último caso es el siguiente: en el Censo 1895 está el rubro “Astilleros”. Sin embargo, en el Censo 2004/2005 están “Construcción y reparación de buques” (clase 3511) y “Construcción y reparación de embarcaciones de recreo y transporte” (clase 3512). Por lo dicho anteriormente, se deberá optar por una sola categoría para hablar de transportes acuáticos. Esto ilumina sobre una cuestión importante: si un solo censo no respeta la división, ya se debe hacer la unión de categorías.

El siguiente esquema facilita la comprensión del problema.

GRÁFICO 3: RAMAS DE ACTIVIDAD A LO LARGO DEL TIEMPO

Fuente: Elaboración propia

En el caso hipotético mostrado en el gráfico previo, hay tres categorías que en un solo censo están unidas en una. Un caso posible podría ser el ya nombrado lácteos. Imaginemos que en el último censo (t) existen “quesos”, “helados” y “leche”. En todos los censos anteriores, esa división se respeta. Salvo en uno (t-2), es decir, el censo anterior al previo, que tiene solo la categoría “lác- teos” que engloba a las tres. Desgraciadamente, como uno no puede suponer cómo se repartieron los datos entre las tres categorías en t=2, se deberá usar una sola categoría para el trabajo (lácteos)3. Sólo en base a ella se podrán calcular variaciones a lo largo del tiempo.

Siguiendo esta metodología, a efectos de establecer comparaciones entre datos de todo el siglo XX, el número máximo de sectores económicos con el que se puede trabajar es 79. También se

3 Algunas bases de datos que trabajan con períodos más cortos estiman los datos faltantes. Supongamos que un sector “X” incluye a los sub-sectores “Y” y “Z”. En el año “t” la información está disponible por sub-sector, en “t+1” por sector y en “t+2” vuelve a estar por sub-sector. Si se sabe que en “t” el 50% de la producción del sector “X” fue aportada por “Y”,

y que en “t+2” ese porcentaje ascendió al 70%, es posible conjeturar que en “t+1” “Y” representó el 60% de la producción 13

de “X”. Como se tienen los totales de producción de “X” para los tres períodos (ejemplo: 50, 60 y 70 millones respectiva- mente) es posible arribar al dato faltante con verosimilitud (60% de 60 millones = 36 millones). En este trabajo NO se hace

ofrece en la base de datos, con el objetivo de facilitar las comparaciones internacionales, la infor- mación dividida en 22 sectores, clasificación que coincide con la estratificación a dos dígitos del CIIU revisión 3.1.

5.4 LIMITACIONES EN LA RECLASIFICACIÓN

A la hora de hablar de algunos sectores, en contadísimos casos, pueden verse saltos demasiado abruptos entre censo y censo. Por ejemplo, la industria láctea tenía 357 establecimientos en 1895,

8.161 en 1914 y 1.084 en 1935. Puede suponerse que el relevamiento de 1914 incluyó en la cuenta una serie de locales que en los otros censos no fueron contabilizados. Ya en el terreno de la especulación podría conjeturarse que se trata de lugares en donde se coordinaba la distribu- ción de botellas de leche (en donde trabajaban los famosos “lecheros”). En 1914 podrían haber sido contados como parte de la “industria” láctea, a diferencia de lo ocurrido en 1895 y 1935, en donde seguramente se los contó como servicios. Véase que esa modificación en el criterio puede suponerse, pero no es conocida con certeza. En efecto, para un trabajo de este tipo, si el nombre de la categoría no varió ni el texto del censo lo aclaró, es completamente indetectable la variación en el criterio. La sospecha surge por el salto numérico. La base presenta los datos sin aclaraciones.

  1. RESULTADOS

  1. ESTABLECIMIENTOS

La siguiente tabla muestra el número de establecimientos en todos los censos económicos, al nivel de dos dígitos de CIIU.

3 eso debido a que se trabaja con períodos más largos, en donde muchas veces hay desarrollos de nuevos productos. Supon- gamos que “X” en t=1 se dividía en “Y” y “Z”. En dicho período está disponible la información por sub-sector. En t=2 “X” se divide en los mismos sub-sectores, pero la información ahora está disponible sólo por sector. Entre t=2 y t=3 se hace un

descubrimiento y finalmente para t=3 los sub-sectores de “X” son “Y”, “Z” y “W”. Supongamos que se difunden datos por 14

sub-sectores en t=3 y que la participación de “W” en “X” es de 50%. Teniendo en cuenta que las participaciones de “W” en “X” en t=1 y t=3 son 0% y 50% estimando tenemos que concluir que en t=2 “W” representa un 25% de “X”, sin embargo, en t=2 el producto todavía no había sido inventado. El ejemplo nos da una idea de por qué conviene no estimar al trabajar con

CUADRO 3: ESTABLECIMIENTOS POR RAMA CIIU A DOS DÍGITOS (EN UNIDADES)

Fuente: Elaboración propia

En el período 1895-1935 la industria manufacturera se expande, pero lo hace de manera oscilan- te. De hecho, desde 1914 hasta 1935 hay un descenso en la cantidad de establecimientos. Es luego de los años 30 que la apertura de locales toma impulso, coincidiendo con el inicio de la etapa económica denominada “ISI” (Industrialización por Sustitución de Importaciones). El número de fábricas crece desde 36.993 (año 1935) hasta 121.237 en los años 50 (1953). Es llamativo como en el período 1953-1973 (segunda parte de la ISI), la cantidad de locales se mantiene práctica- mente estancada, para luego descender a partir de la implementación del modelo de valorización financiera (1976-2001).

Viendo los resultados a nivel de dos dígitos del CIIU, sobresale que si bien el pico general se

3 hace eso debido a que se trabaja con períodos más largos, en donde muchas veces hay desarrollos de nuevos productos. Supongamos que “X” en t=1 se dividía en “Y” y “Z”. En dicho período está disponible la información por sub-sector. En t=2 “X” se divide en los mismos sub-sectores, pero la información ahora está disponible sólo por sector. Entre t=2 y t=3

se hace un descubrimiento y finalmente para t=3 los sub-sectores de “X” son “Y”, “Z” y “W”. Supongamos que se 15

difunden datos por sub-sectores en t=3 y que la participación de “W” en “X” es de 50%. Teniendo en cuenta que las participaciones de “W” en “X” en t=1 y t=3 son 0% y 50% estimando tenemos que concluir que en t=2 “W” representa un 25% de “X”, sin embargo, en t=2 el producto todavía no había sido inventado. El ejemplo nos da una idea de por qué

alcanza en 1973, el máximo en el sector textil (tanto en “Textiles” como en “Prendas de vestir”) está en 1953. Esto queda más claro al ver los resultados por porcentaje en la siguiente tabla.

CUADRO 4: ESTABLECIMIENTOS MANUFACTUREROS POR RAMA CIIU A DOS DÍGITOS . (PARTICIPACIÓN EN % DEL TOTAL)

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

Observando la tabla 4 pueden verse una serie de etapas diferentes.

La primera involucra al año 1914, en donde predomina Alimentos y Bebidas con 45.2%. También Madera, Corcho y Paja tiene una importancia relevante (9.1%).

Para 1953, el panorama es bastante distinto. La primera ISI impulsa al sector textil, que de tota- lizar 7.0% de los establecimientos en 1914 pasa a representar el 17.7%, para luego volver a descender. Muebles y Colchones también alcanza un máximo (10.8%). Alimentos, en contraste, alcanza ese año su mínimo histórico (19.3%).

Los sectores que se destacan en la segunda ISI (Refinación de petróleo, Metales Comunes) se destacan en creación de puestos de trabajo o en incrementos de valor agregado, pero no tanto en número de establecimientos. Es por eso que no se nota demasiado en la tabla la variación.

Sí se ve que a finales de siglo XX se recupera parcialmente Alimentos y Bebidas. Medido en porcentaje retoma desde 19.3% hasta 27.0%. Su crecimiento se debe, no obstante, a que el resto de los sectores, en términos absolutos, desciende más (eso podía verse en la tabla 1). Sectores como Edición e impresión o Química encuentran su pico en 2003.

  1. VALOR AGREGADO

CUADRO 5: VALOR AGREGADO BRUTO POR RAMA CIIU A DOS DÍGITOS (PAR- TICIPACIÓN EN % DEL TOTAL)

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

En la tabla 3 (Valor Agregado) pueden verse similares tendencias a las de la tabla 2 (Estableci- mientos). La diferencia son las magnitudes.

Productos Químicos en 2003 representa un 15.8% del VAB manufacturero (no 3.3%, como en Establecimientos). Eso lo coloca en segundo lugar a comienzos del siglo XXI. Refinación de Petróleo, en tanto, totaliza 17.2% del VAB manufacturero total en 1983 y queda a un paso de superar al líder histórico (Alimentos y Bebidas, 17.4% en igual año). Nunca ningún sector estuvo tan cerca. Recuérdese que Refinación sólo tenía 0.1% de los establecimientos en ese año. La di- vergencia (17.4 a 0.1) se explica principalmente por la importante concentración de la actividad petrolera y por la altísima productividad del ocupado promedio.

  1. OCUPADOS

CUADRO 6: OCUPADOS REGISTRADOS POR RAMA CIIU A DOS DÍGITOS

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

A diferencia de lo que ocurre con los establecimientos, los ocupados no se estancan en el perío- do 1953-1973. Siguen creciendo fuertemente (pasan de 1.135.937 a 1.523.869). Sí es cierto, no obstante, que siguen igual destino que los locales a partir de los 70: bajan fuertemente.

Lo que más resalta es la cantidad de empleos que el sector textil dio alguna vez a la economía. Entre los rubros 17 y 18 aportaban en 1953 un total de 226.829. Eso explica la insistencia argenti- na en la protección del sector (Terra, 2001). 50 años después el número bajó considerablemente (79.970), pero continúa siendo alto en comparación con otros sectores. Indudablemente se trata de un rubro fuertemente empleo intensivo.

El contraste mayor se da con el sector de Refinación de Petróleo. Líneas arriba se vio que se trata de uno de los sectores líderes en Valor Agregado. Sin embargo, brinda pocos empleos a la economía. En 1984 aporta sólo 10.558 (sólo 3 aportan menos).

CUADRO 7: OCUPADOS POR RAMA CIIU A DOS DÍGITOS (PARTICIPACIÓN EN

% DEL TOTAL)

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

En la tabla 5 se ve lo mismo que en la tabla 4 (Ocupados), pero ya no en valores absolutos, sino como porcentaje del total manufacturero de cada año.

Al trabajar con valores porcentuales, vuelven a aparecer nítidamente las etapas históricas de la industria manufacturera (Díaz Alejandro, 1975)4. El máximo de Alimentos y Bebidas es 1914 (38.2%), pleno modelo agroexportador. Textiles (17+18) alcanza un pico de 20.0% en 1953, primera ISI. Fabricación de Metales Comunes, en tanto, toca un extremo (5.3%) en 1973, segunda ISI. Lo mismo ocurre con Fabricación de Vehículos Automotores (7.7%), motorizados por la política de atracción a inversiones extranjeras del desarrollismo (Llach y Gerchunoff, 2018). Productos químicos, por su parte, crece ininterrumpidamente hasta llegar al 8.3% en 2003.

Como se dijo anteriormente, el gran aporte de este trabajo es calcular valores a 79 ramas, trabajo previamente inédito en la Argentina para un período tan amplio. Los siguientes son los resulta- dos de Ocupados. A continuación, está la primera de las tablas parciales.

CUADRO 8: OCUPADOS POR RAMA DESAGREGADA 15-16

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

4 El autor enumera las ramas preponderantes en cada etapa. Antes de 1930 predominaban actividades “íntimamente relaciona- das con la elaboración de productos rurales para la exportación”. El ejemplo más destacado es el de los frigoríficos. A partir de los años 30 comienza a darse un proceso de sustitución de importaciones (primera ISI), en donde se expanden en forma

vigorosa “tejidos de algodón, neumáticos de caucho (…)”. De pequeños establecimientos, liderados por empresarios nacion- 20

ales, se pasa en los años 60 (segunda ISI) a grandes plantas fruto de inversiones extranjeras (automotriz, petroquímica) o en algunos casos, de propiedad estatal (siderurgia). Finalmente, a partir de 1976, el sector manufacturero sufre la apertura de la economía, con baja de aranceles y tipo de cambio real atrasado (Canitrot, 1982). Algo que se repetirá en los años 90 (Ramos y Kosacoff, 2001).

Dentro de Alimentos y Bebidas se ve que las sub-ramas que más empleo aportan son Carnes y embutidos (principalmente frigoríficos) y Panadería. Por momentos (1953-1973) Azúcar no se queda atrás. En una posición algo inferior están Lácteos y Vinos.

A continuación está la segunda tabla parcial.

CUADRO 9: OCUPADOS POR RAMA DESAGREGADA 17-22

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

Dentro de Calzado y cueros brinda todos los años más empleo Calzado que Cueros. En Madera, corcho y paja predomina Aserrado y cepillado de madera. En Papel, las pasteras crecen en los últimos años, pero no logran superar a la producción final de papel y cartón, y a los artículos que se producen con ellos (ejemplo: cuadernos). En Edición e Impresión, predominan los libros y des- pués están los periódicos. Estos últimos, no obstante, pueden haber bajado sensiblemente después del último censo económico (2003), debido a la masificación de Internet.

CUADRO 10: OCUPADOS POR RAMA DESAGREGADA 23-26

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

En la tabla 10 se ve como a pesar de que Productos Químicos tiene su pico de empleo en 1973, su principal componente (Medicamentos) llega a su máximo en 2003. En tanto, en Productos de Caucho y Plástico, el segundo se impone a lo largo del siglo XX desde partir de 0 hasta brindar

38.473 empleos (de 47.429 en el área). En Minerales no Metálicos predominan los Productos de Arcilla y Cerámica, aunque, como el resto del sector (Tolón Estarelles, 2011), caen fuertemente con la retracción de la ISI (1976-2003). En Vidrio, por ejemplo, la baja es dramática: de 16.481 empleos en 1973 se pasa a sólo 5.243 en 2003.

CUADRO 11: OCUPADOS POR RAMA DESAGREGADA 27-31

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

En el período 76-03, al adentrarse en las desagregaciones se ven declives en Otros aparatos eléctricos (incluye Heladeras). También en Maquinaria agropecuaria, que estuvo casi por desa- parecer en los 90, pero recupera en 2003, aunque sin llegar a valores de los años 70. Maquinaria de uso general desciende a la mitad, en el contexto del cambio estructural de la economía iniciado en los 90 y mantenido sin grandes variaciones en los 2000 (Porta, 2015). Este cambio consistió en el aumento de la utilización de insumos y bienes de capital importados para modernizar los bie- nes finales industriales locales.

CUADRO 12: OCUPADOS POR RAMA DESAGREGADA 32-36

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

Finalmente, en la tabla 12 sobresale el gigantesco declive que se ve en Vehículos Automotores Completos. Bajan de 44.548 a 9.983, principalmente por mejoras en productividad. La caída más abrupta, no obstante, está en Locomotoras y Material para Ferrocarriles/ Tranvías. Pasa de ocupar

47.574 personas en los años 50 a sólo 1.068 en los años 90. Un sector completamente desmantelado.

  1. OCUPADOS POR ESTABLECIMIENTO

CUADRO 13: OCUPADOS POR ESTABLECIMIENTO (ALGUNAS DESAGREGACIONES)

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

El número de Ocupados por establecimiento da una cierta idea de las dimensiones de los esta- blecimientos. Contrastan las empresas automotrices (con locales de más de 1.000 trabajadores promedio) con las panaderías (con 6 ocupados promedio). Los ingenios azucareros, los frigoríficos,

las refinerías de petróleo y las cervecerías (todas de más de 100 promedio), con las fábricas de pastas, empresas madereras o locales de confección indumentaria (todas con menos de 10).

Entre las ramas que más concentran su producción a lo largo del siglo XX están Lácteos (de 5 a 32 ocupados promedio), Vinos (de 5 a 22) y Cemento, cal y yeso (de 8 a 41). Las que más des- concentran en igual período son Pastas alimenticias (de 9 a 6) Aserrado y cepillado de madera (de 28 a 12) y Fabricación de metales comunes (de 22 a 9).

  1. VALOR AGREGADO SOBRE VALOR BRUTO DE PRODUCCIÓN

CUADRO 14: VA SOBRE VBP POR RAMA CIIU A DOS DÍGITOS

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

El cociente entre Valor Agregado (VA) y Valor Bruto de Producción (VBP) es un indicador del

grado de integración sectorial y es fundamental para interpretar procesos de cambio estructural, fundamentalmente el transitado desde la década de 1990, cuando la apertura comercial introdu- jo nuevas prácticas productivas con mayores grados de ensamble de piezas importadas dentro de algunas funciones de producción sectoriales.

Sobresale la evolución del indicador agregado desde 1973 a 2003. Pasó desde 0.49 en 1984 a

0.31 en 2003. La industria argentina, en aras de aumentar su modernización, tendió a importar algunos insumos que antes desarrollaba a precios altos y con poca efectividad (Porta, 2015).

Este panorama se ve claramente en Vehículos Automotores Completos. Entre 1963 y 1984, el ratio VA/VBP ascendía a 0.40. Entre 1993 y 2003, en tanto, se recortó a 0.20. El automóvil prototípico de los años 70 era atrasado con respecto a los de Europa y Estados Unidos, pero tenía una alta proporción de contenido nacional. A partir de los 90, se achican las brechas con respecto a los países desarrollados (fuerte modernización del parque automotor, ejemplares contemporá- neos), pero se aumenta la proporción de insumos importados (Kulfas, 2016).

Es así que Vehículos Automotores Completos con 0.20 promedio entre 1993 y 2003 termina siendo uno de los sectores con menor VA/VBP (Castells y Schorr, 2013). Si se toman los sectores a dos dígitos de la CIIU 3.1, históricamente el que mostró valores inferiores fue Alimentos y Bebidas (0.33 entre 1914-2003), ya no por una importante participación de los insumos extran- jeros en el VBP, sino por la cuantiosa dependencia de insumos del sector primario. Sin ir más lejos, el subsector Carnes y embutidos mostró un VA/VBP de sólo 0.19 en 2003 debido a que la mayor parte del precio en góndola no se explica tanto por el procesamiento industrial en frigo- ríficos, sino más por la producción primaria de carne desde la vaca, situada en áreas rurales.

6.6 VALOR AGREGADO POR OCUPADO

CUADRO 15: VALOR AGREGADO POR OCUPADO (POR RAMA CIIU A DOS DÍGI- TOS). PROMEDIO INDUSTRIA MANUFACTURERA = 100

Fuente: Elaboración propia en base a censos económicos

Esta última tabla muestra la productividad de cada una de las ramas, en comparación a la pro- ductividad general de la industria manufacturera.

Sobresale la superioridad del sector Refinación de Petróleo. De tener una producción por ocu- pado que duplica al nivel general de la industria (1935), pasa a tener una productividad vein- tidós veces mayor en 1984. Otros sectores que suelen estar por encima del nivel promedio son Productos químicos; Tabaco; Maquinaria de oficina, contabilidad e informática; Fabricación de aparatos de radio y televisión; y Fabricación de vehículos automotores.

Los sectores menos productivos son los vinculados a la madera. Muebles, colchones y otras

industrias tiene un VA por ocupado de 44% del nivel general en 2003, Madera, corcho y paja, en tanto, muestra un valor de 48%. Como se ve, ambos totalizan menos de la mitad del promedio nacional. Sorprende la heterogeneidad en el sector textil: mientras Tejidos e hilados tienen una productividad media-baja (75%), confecciones muestra una situación más que preocupante (51%).

Con respecto a Alimentos y bebidas, la rama de mayor importancia en todos los años, se ve que a comienzos de siglo XX tiene 20% adicional de productividad (120) y a finales 20% menos (80).

  1. CONCLUSIONES

La base de datos resultante tiene información sobre la evolución de 79 ramas manufactureras a lo largo de todo el siglo XX. Son pocos los antecedentes en el país de estudios similares a esos niveles de desagregación. El archivo, en efecto, puede ser muy útil para numerosos investi- gadores. No obstante, es bueno recordar que se debe operar con algunas precauciones derivadas de A) la sensibilidad de algunas pocas actividades al mes del año en que se realiza la encuesta;

B) la economía informal (o en negro), no captada en este tipo de relevamientos. C) cambios en los alcances de una categoría definida igual a lo largo del tiempo (indetectables para el lector).

Queda un compilado de datos sobre el sector secundario que focaliza en el devenir -por rama- del número de establecimientos, la cantidad de ocupados, el valor agregado bruto y el valor bruto de producción. Combinando los datos, la base también presenta resultados ocupados por establecimiento, valor agregado por ocupado y valor bruto de producción sobre valor agregado. En resumen, son: 10 censos (dispersados a lo largo de más de 100 años), 79 ramas económicas y 7 variables entre simples y compuestas.

El desafío más grande que este trabajo estima haber superado es el traslado, a la hora de agrupar las ramas manufactureras, de categorías heterogéneas a lo largo de diferentes censos, a categorías homogéneas, comparables a lo largo del tiempo.

Una vez consultados los resultados, la industria manufacturera argentina muestra un último cuarto de siglo XX más que decepcionante. Tanto en establecimientos como en ocupados, el pico está en comienzos de los años 70. Luego comienza un descenso ininterrumpido.

En resumen, la base de datos presentada ofrece una certera radiografía de la industria manufac- turera argentina en el largo plazo. Tiene limitaciones, por supuesto, pero representa un intento por focalizar al nivel más detallado posible la historia económica argentina.

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